5 ene 2015

Reunión navideña de la C.A.G / Ci-Fi con fondo de Feliciano / Cuento de Dickens.








Hay muchas cosas de las que hubiera  podido sacar provecho y no lo he hecho… La Navidad entre ellas. Pero estoy seguro de que siempre he pensado en Navidad, a medida que se acercaba la fecha (dejando de lado la veneración que se debe a su sagrado nombre y origen), como una entrañable fiesta; una ocasión de sentirse amable, caritativo, inclinado al perdón; es la única fecha, durante todo el año, que yo conozco, en que los hombres y las mujeres parecen, por mutuo consenso, abrir libremente sus aprisionados corazones y reconocer a la gente que está por debajo de ellos como si realmente fueren compañeros que marchan hacia la sepultura, y no otra raza de seres con destino a otros viajes. Por lo tanto, aunque la Navidad no ha puesto nunca en mis bolsillos el menor pedazo de chatarra de plata u otro metal, siento que me ha hecho bueno y que me hará bueno; y por eso digo: ¡Qué Dios la bendiga!
De Cuento de Navidad de Charles Dickens.
Izquierda a Derecha: Jhonatan Rosendo, Silvana, Michelle Rodríguez, Jesús Amalio Lugo, María de los Ángeles Lugo, Daniela Nazareth, Aneidis Oberto, Cristina Gutiérrez, Maylen Sosa, Angélica Alavarado y Suso González. ("Casa Balcón de los Arcaya". Diciembre 2014)


Izq a Der: Aneidis Oberto, Cristina Gutiérrez, Maylen Sosa, Daniela Nazareth, María de los Ángeles Lugo, Jhonatan Rosendo, Silvana, Jesús Amalio Lugo, Michelle Rodríguez y Angélica Alvarado. ("Casa Balcón de los Arcaya". Diciembre 2014)



El lúgubre aullido de "reeeeloooj, detén tu camiiiiino" al fondo  fue el detonante de un  estallido de risa colectiva, lo que se repitió al menos 5 veces mientras los miembros intentaban casi gritar cuentos ci-fi para que lograran escucharse. -¿Vio, profe? debimos traer el micrófono de las entrevistas, ¿Recuerda? Aquella vez invitamos a todo el mundo a la cátedra abierta y sólo estuvimos los de siempre, ja, y luego nos llaman elitistas..¡ja!. -  dijo alguien que entre risas comenzaba a lamentarse,  ya que por más que intentaba seguir la línea narrativa, no podía, no podía... en su cabeza sólo seguía la pequeña voz versión de un José Feliciano ficticio que cantaba a todo pulmón en la Casa de las Ventanas de Hierro, que desde hace un tiempo funciona como Museo y Café Venezuela. Se preguntaba ¿por qué demonios  alguien acudiría a tal espectáculo un 27 de diciembre, por la noche, mientras toma un café con cocuy? Estiró el brazo para alcanzar un trozo de pizza e imaginó, por un instante, que aquella voz iba adquiriendo forma, un cuerpo, que tal vez... sólo tal vez... ¡El viejo! ¡Es el viejo! Sí, el viejecito que estaba haciendo playback en la Casa del Sol, el del saco. Debe ser él. Indudablemente es él. 

Las pausas de la narración fueron delimitadas por notas que cada vez intentaban llegar alto, más alto. Esos cuentos de ci-fi ambientado en falcón no hubiesen sido lo mismo sin el entusiasmo infinito de aquella voz. Se ha tratado de un recital de cuentos ci-fi único, les dejamos los link acá: Interestelar (Angélica Alvarado) ; Todo sobre Naty ( Jesús Amalio Lugo) ; Maglev (Daniela Nazareth) ; Todo comenzó con las lluvias (Suso Glez) .  Tal vez buscando las canciones de José Feliciano por youtube puedan alcanzar un 50% de aquella divina experiencia. 

Con el final del recital, y de la comida, nos sorprende el gran descubrimiento de que el señor del saco, no sólo ofrece el repertorio de Boleros en su espectáculo, sino también una lista cargada de merengue y reguetón para su público, nosostros. Se anuncia, entonces, el gran esperado intercambio de regalos, que estaban allí,  en forma de libro toda la noche, acomodados delicadamente sobre un gran cují que adorna el patio central de la Casa del Balcón de los Arcaya. Angélica Alvarado como presidenta interina dicta las instrucciones: -Ya saben, sólo si salen ustedes mismos en el papelito, lo dicen. Suso, comienza usted, tome un papel.  - A ver...aquí dice Silvana.-  Estallido colectivo de carcajadas, otra vez. - Entonces el señor de la buseta se detuvo, voltea, nos ve indignado, como si acabase de descubrir una verdad absoluta e irrefutable, una verdad que debía contar. Exclama: "¡Ya va! Yo soy el chófer. Así que yo decido dónde me voy a pará, no ustedes." Sigue conduciendo.  Estallido de risas. -Cumpleaños, Jesús Amaaaaaaliooooo...cumpleaños feliz.  Deseos. Vela sobre torta.  Estallido.







1 comentario:

  1. Jajajajajaja! Toda mi lectura de tu crónica fue un ESTALLIDO. ¡Que buena noche fue esa!

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